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febrero 21, 2014
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El director general de la Dirección de Ética e integridad Gubernamental consideró que las declaraciones del procurador general de la República, acerca de los métodos de actuación de la Policía Nacional, constituyen una imputación directa al gobierno, a la vez que dijo que las diferencias entre el mayor general Manuel Castro Castillo y Francisco Domínguez Brito debieron ser dirimidas en privado.
En ese sentido, Marino Vinicio Castillo negó que las afirmaciones de Domínguez Brito sean ciertas y “menos en el gobierno del presidente Danilo Medina”.
Dijo que esos métodos de torturas ya fueron superados, por lo que las declaraciones del procurador, en el sentido de que país existe una policía torturadora capaz de colocar planchas calientes a los investigados para obtener informaciones, son totalmente inciertas.
“El procurador tiene cierta fijación con eso, que el uniforme degrade la persona, ni que el traje del civil la santifique, si como aparecen policías y oficiales de policías que cometen faltas gravísimas, también aparecen muestras en la clase nuestra de abogados, fiscales y jueces venales, eso es en todos los colectivos”, precisó Castillo.
El director de Ética e Integridad Gubernamental aseguró que “la verdad ha de ser dicha” y que en las investigaciones sobre crímenes que realiza la Policía, “evidentemente resultan eficaces”. También aclaró que “son raros los casos que a corto plazo los autores no hayan sido descubierto”.
Asimismo, Castillo insistió en que las declaraciones del procurador no solo afectan a la Policía, sino al gobierno y que con las mismas se somete al pueblo “a una infame campaña internacional presentando al país como una nación nazis que persigue y mata gente en las calles”.
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