Writen by
habichuelacondulce.m@gmail.com
agosto 05, 2020
-
0
Comments
El 23 de
julio de 2014, Mikhail Voytenko -periodista especializado en temas marítimos-
escribió una escueta crónica acerca de un misterioso barco fantasma de origen
ruso al que calificó como una “bomba flotante”. Su nombre era Rhosus. Había
amarrado en el puerto de Beirut en octubre del año anterior en busca de ayuda.
Había zarpado semanas antes desde Batumi, Georgia, navegaba destartalado y su
destino era Mozambique, África. Nunca llegaría. En su interior cargaba con un
material inquietante que lo hacía extremadamente peligroso para toda una
ciudad: 2.750 toneladas de nitrato de amonio..
No hay comentarios
Publicar un comentario