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enero 09, 2012
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El run run con relación al caso del ex teniente Fernando de los Santos (La Soga), que era tema de conversación entre los miembros de la Policía Nacional y Cuerpos Castrenses de forma muy discreta, ha cesado, y él, “parece que se lo trago la tierra”, le decía un ingenuo cabo a un primer teniente al momento de sostener una amena conversación, a propósito de leer en un periódico digital acerca de las investigaciones a la que fueron sometidos algunos oficiales que prestaban servicio en la Dirección regional Noroeste de la Policía.El oficial sonríe y le dice, “mire cabo cállese con eso y dígame que paso con lo del preso”, ahí interviene un capitán que está sentado revisando unos papeles y tomándose una taza de café, todo esto dentro de las conversaciones que se producen en franca camaradería entre los soldados en sus puestos de trabajo pregunta, ¿y porque sonríe comandante?, el teniente responde, ¡que pasa!, yo soy su amigo.
La soga, aquella cuerda que es utilizada para hacer todo tipo de amarre, en el ex teniente de los Santos, está siendo bien usado su significado, el gran amarre hecho para no aparecer ni en los centros espiritistas, está batiendo algunos records.
Según una fuente, las investigaciones están en un punto muerto, “deja ese expediente ahí hasta que se enfrié”, mucho preguntan en cual congelador fue que lo guardaron, porque de que se ha congelado nadie lo duda, en principio se habían citados varios oficiales e interrogados en el Palacio de la Policía Nacional, estos pertenecientes a la dotación de Mao, donde prestaba servicio el teniente la soga y que supuestamente tiene estrecha relación de amistad con los disgregados oficiales de la uniformada en esa zona.
Para la gente común al ex oficial lo protegen gente que le deben favores y que no desean que este se exponga “va y se le ocurre dejarse apresar y hablar lo que no debe”, otros lo desean ver muertos por temor a su boca e imprecaciones.
Aquello de la disputa entre dos coroneles de la Policía Nacional que dirigían los departamentos de Homicidios y de Investigaciones Criminales, originada supuestamente en el intento de encubrimiento de uno de ellos al teniente Fernando de los Santos (La Soga), que provocó una visita de emergencia del jefe de la institución del orden, mayor general José Polanco Gómez, al Comando Cibao Central, no quedó a lo público del todo claro,“ Hubo, incluso, una huelga de agentes”.
Aunque al término de la reunión con los coroneles Gabriel Santos Melo, de Investigaciones Criminales, y Roberto Salcedo Santos, de Homicidios, el general Polanco Gómez en el momento no quiso ofrecer ninguna información a la prensa, se supo que el encuentro fue “candente y agresivo”.
En ese momento el Periódico hoy de acuerdo con informes obtenidos, citó en una historia, “la crisis entre los oficiales se inició cuando Santos Melo no aceptó su traslado a Bonao, que se hizo efectivo luego de que se descubrieran los vínculos de “La Soga” con dos empresarios de San Francisco de Macorís que lo habrían contratado para asesinar a varias personas”. a la cabeza de esa investigación estaban los dos departamentos.
El comandante de Investigaciones Criminales, en vez de aceptar su traslado, habría amonestado a los agentes que laboran en Homicidios.
Según la fuente, Salcedo Santos se trasladó al Palacio de la Policía, en Santo Domingo, donde entregó su renuncia. Ante esa decisión, los agentes bajo su mando entregaron sus armas y se declararon en huelga.
En ese entonces, la comidilla entre oficiales era que el conflicto entre los oficiales se produjo luego que el coronel Salcedo Santos descubriera que “La Soga” ofrecía sus servicios como sicario a dos empresarios para el asesinato de dos jóvenes en Santiago, iniciando las investigaciones junto al Ministerio Público, lo que generó malestar en el coronel Santos Melo.
Este escarceo es para recordar que el general José Armando Polanco Gómez, Jefe de la Policía Nacional, había prometido a Fernando de los Santos (La Soga) y a sus familiares, que si se entregaba tendría la oportunidad que le otorga el derecho de ir a juicio sin que sea violada su integridad, pero el oficial al parecer no creyó en bla, bla, bla, “porque él ha estado ahí.”
Aunque al término de la reunión con los coroneles Gabriel Santos Melo, de Investigaciones Criminales, y Roberto Salcedo Santos, de Homicidios, el general Polanco Gómez en el momento no quiso ofrecer ninguna información a la prensa, se supo que el encuentro fue “candente y agresivo”.
En ese momento el Periódico hoy de acuerdo con informes obtenidos, citó en una historia, “la crisis entre los oficiales se inició cuando Santos Melo no aceptó su traslado a Bonao, que se hizo efectivo luego de que se descubrieran los vínculos de “La Soga” con dos empresarios de San Francisco de Macorís que lo habrían contratado para asesinar a varias personas”. a la cabeza de esa investigación estaban los dos departamentos.
El comandante de Investigaciones Criminales, en vez de aceptar su traslado, habría amonestado a los agentes que laboran en Homicidios.
Según la fuente, Salcedo Santos se trasladó al Palacio de la Policía, en Santo Domingo, donde entregó su renuncia. Ante esa decisión, los agentes bajo su mando entregaron sus armas y se declararon en huelga.
En ese entonces, la comidilla entre oficiales era que el conflicto entre los oficiales se produjo luego que el coronel Salcedo Santos descubriera que “La Soga” ofrecía sus servicios como sicario a dos empresarios para el asesinato de dos jóvenes en Santiago, iniciando las investigaciones junto al Ministerio Público, lo que generó malestar en el coronel Santos Melo.
Este escarceo es para recordar que el general José Armando Polanco Gómez, Jefe de la Policía Nacional, había prometido a Fernando de los Santos (La Soga) y a sus familiares, que si se entregaba tendría la oportunidad que le otorga el derecho de ir a juicio sin que sea violada su integridad, pero el oficial al parecer no creyó en bla, bla, bla, “porque él ha estado ahí.”
Pero eso de utilizar helicópteros y rastrear zonas montañosas de San José de las Matas, Monción, Santiago Rodríguez y Mao, en búsqueda de “La Soga”, se limitó a esos días, quedó atrás.
“La Soga” estaba destacada en la ciudad noroestana de Mao. Se le vincula a crímenes por los que habría recibido 250 mil pesos que alegadamente le hicieron los empresarios Juan Silverio Ureña, de San Francisco de Macorís, y el santiaguense Bonel de Jesús Lanfranco Castro, la pregunta es ¿por fin y donde está la soga?

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