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martes, 25 de diciembre de 2012

Se debate entre la vida y la muerte oficial del Ejercito Nacional herido de un disparo en la cabeza

 SANTO DOMINGO ESTE.- Un Segundo teniente del Ejército Nacional, asignado a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD)
 se debate entre la vida y la muerte este martes tras ser baleado en la cabeza por desconocidos en el sector de Maquiteria.
El segundo teniente Kelvin William Mazara, de 33 años fue herido, al parecer con su propia arma, cuando intervino en una riña que sostuvo una pariente suya.
El oficial fue llevado de emergencia al Hospital Doctor Dario Contreras, por familiares y vecinos, dónde lo sometieron al protocolo para estos casos.
De acuerdo a los médicos que lo atendieron en la Unidad de Resucitación de la Sala de Emergencia, este presenta una herida de bala, sin salida, en la región Perio Auricular, con destrucción masa encefálica.
El oficial fue trasladado al Hospital Central de la Fuerzas Armadas por gestiones del Ejército y la DNCD instituciones a la que pertenece, allí se presento el Coronel Daniel Nuñez, subcomandante del comando Sur, del quien estaba bajo la responsabilidad el oficial herido.
Al momento del traslado, de acuerdo a médicos consultados, estaba haciendo un edema de descompensaciónm, lo que agravaba su condición de salud.
De acuerdo a familiares consultados por VIGILANTEINFORMATIVO.COM Mazara llegó al sector de Maquiteria en la mañana de este domingo para visitar a su abuela.
Sin embargo, allí se encontró con que un grupo que había destruido el salón de Uñas de una sobrina, por lo que decidió intervenir y entró al callejón Interior A, del referido sector.
 Los supuestos testigos aseguran que ya dentro del callejón este fue atacado por varias personas que lo despojaron de su arma y al parecer con esta misma lo balearon.
Kelvin William Mazara fue sacado del callejón a rastra por su sobrino Madelin Eusebio (Jarlin), quien pidió ayuda a un vecino en una platanera.
El malogrado oficial reside en la calle 17 del sector 27 de Febrero, con su esposa Ingris Vargas y una hija, quienes lo acompañaban en su visita a su abuela.
Al Hospital Darío Contreras se presentaron familiares, amigos y oficial de la DNCD, así como de la Policía Científica, quienes indagaban el hecho.
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