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abril 11, 2019
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Una gran polvareda ha
levantado la decisión del Tribunal Superior Electoral diera a conocer la
sentencia que declara nula al considerarla ilegal, la XXXlV Convención Nacional
Extraordinaria del Partido Revolucionario Dominicano.
Luego de darse a conocer la
misma posiciones encontradas es tema que recogen los medios de comunicación,
una de ellas es que el presidente de esa alta corte habría sido sometido a
fuertes presiones desde estamentos del gobierno para que se abstuviera de dar a
conocer el fallo.
Citan fuentes que dicen que,
cuando menos, cuatro ministros, tres de estos ocupando altas posiciones en el
Partido de la Liberación Dominicana, estuvieron conminando al doctor Román
Jáquez para que ejerciera sus influencias en el tribunal y variara la sentencia
dada a conocer por ese ente el pasado lunes, que afecta al PRD y a su alta
dirigencia.
El escarceo tomó cuerpo después
de que trascendiera que el procurador general de la República, Jean Alain
Rodríguez, habría citado a su despacho al presidente del TSE, en medio de
rumores difundidos por las redes sociales sobre juicio político a los que votaron
a favor de la nulidad, y en los que se ataca directamente la honorabilidad del
magistrado Jáquez.
Mientras el presidente del
Senado, Reinaldo Pared Pérez, tomó un turno en la sesión de ayer para pedir a
la Cámara de Diputados indagar si el Tribunal Superior Electoral violó la
Constitución “al revisar decisión ya adoptada por el Tribunal Constitucional
tras ordenar nueva convención en PRD”.
A estas presiones se
sumaron la decisión del Ministerio de Defensa, teniente general Rubén Paulino
Sem, de retirar al director de seguridad de la sede del Tribunal Superior
Electoral y, además, al jefe de la seguridad personal de Jáquez, un militar que
tiene el rango de coronel.
El TSE argumenta, en su
fallo, la ilegalidad de la Asamblea en la que fue aprobada la reforma
estatutaria y, por consiguiente, la escogencia de Miguel Vargas Maldonado como
presidente del PRD, así como la ratificación de sus autoridades, debido a que no
hubo el quorum reglamentario.
Por la sentencia que anula
la XXXlV Conveción Extraordinaria votaron a favor el presidente Román Jáquez, y
los magistrados Santiago Sosa y Rafaelina Peralta, mientras que Ramón Arístides
Madera Arias y Cristian Perdomo emitieron un voto disidente.
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