Fuente/Listin Diario
Washington, EFE
El secretario de Defensa de
EE.UU., Mark Esper, rechazó este miércoles el empleo de tropas en activo para
contener la ola de protestas en el país en una abierta señal de desacuerdo con
el presidente Donald Trump, quien prometió mano dura y avanzó dicha posibilidad
este lunes.
La inesperada y contundente
discrepancia pública con la Casa Blanca abre un frente más en medio de la
convulsa semana vivida por las masivas protestas, que en algunos casos
derivaron en disturbios, saqueos y enfrentamientos con las fuerzas de
seguridad, desencadenadas por la muerte bajo custodia policial de George Floyd.
"La opción del uso de
tropas en activo en el papel de garantes de la ley debería ser solo empleado
como último recurso, y solo en las situaciones más urgentes y extremas",
afirmó Esper en una conferencia de prensa desde el Pentágono, este miércoles.
"No estamos en una de
esas situaciones ahora. No soporto invocar la Ley de Insurrección",
subrayó sobre la posibilidad de utilizar al ejército en el interior del país
planteada por el mandatario.
Esa ley permitiría a los
miembros de las Fuerzas Armadas llevar a cabo arrestos y labores policiales
dentro del territorio estadounidense, algo que tienen prohibido.
Este lunes, Trump anunció su
disposición a desplegar "miles y miles de soldados fuertemente
armados" y de agentes de la ley para detener los disturbios en Washington
DC, tras varias noches de protestas y saqueos en la capital.
Poco después del mensaje
televisado, los manifestantes concentrados ante la Casa Blanca fueron
dispersados con gases lacrimógenos para que Trump pudiera cruzar a pie la plaza
y posar ante los periodistas gráficos delante de una iglesia.
Aunque la tensión se ha
rebajado en las últimas 24 horas, las protestas no cesan en Estados Unidos,
donde al menos 40 ciudades han decretado el toque de queda y permanecen bajo
custodia de la Guardia Nacional.
Según los recuentos
preliminares de los medios estadounidenses, más de 10.000 personas han podido
ser detenidas en las protestas masivas que se han producido de costa a costa
del país.
QUIEBRE FRONTAL CON TRUMP
"Como parte de mi
juramento, me comprometí a proteger el derecho de los estadounidenses a
libertad de expresión y de reunión pacífica", afirmó Esper en una carta
enviada a los empleados del Departamento de Defensa, publicada hoy.
"Soy, como ustedes,
firme en mi creencia -agregó- de que a los estadounidenses que están
frustrados, enfadados y buscando ser escuchados se les debe asegurar esa
oportunidad".
Más de una semana después de
que el afroamericano George Floyd muriera por asfixia en Mineápolis (Minesota)
debido a la presión que ejercía sobre su cuello la rodilla de un policía
blanco, en distintas ciudades estadounidenses se repiten las escenas de
personas protestando en las calles, pero los destrozos y saqueos de otras
jornadas han amainado.
Este martes, los
manifestantes en Washington volvieron a desafiar el toque de queda decretado
por la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser, al concentrarse de manera
pacífica hasta altas horas de la noche en la plaza Lafayette, en frente de la
Casa Blanca.
Igualmente, miles de
personas hicieron lo mismo en otras grandes ciudades del país como Nueva York,
Seattle, Los Ángeles, Atlanta y Houston, entre otras.
"ASESINOS, SAQUEADORES
Y ANARQUISTAS"
Por el momento, el
presidente no se ha pronunciado respecto a las opiniones expresadas por el jefe
del Pentágono, y se ha limitado a celebrar su respuesta a la mayor ola de
protestas en el país en medio siglo.
Desde la Casa Blanca, la
portavoz presidencial, Kayleigh McEnany, ofreció un tibio respaldo del actual
secretario de Defensa e indicó que "ahora mismo" el cargo "lo
ocupa el secretario Esper".
En paralelo, Trump insistía
desde su cuenta de Twitter en cargar contra los medios de comunicación y los
manifestantes sin ahorrar calificativos.
"Si ves las Noticias
Falsas, pensarías que asesinos, terroristas, incendiarios, anarquistas,
matones, rufianes, saqueadores y miembros del grupo antifascista ANTIFA son las
personas más maravillosas y amables en todo el mundo, No, son lo que son -muy
malos para nuestro país", recalcó desde su cuenta de Twitter.
Sin embargo, y según pudo
constatar Efe, las manifestaciones representan un variado espectro social y en
más de una ocasión han sido los propios protestantes quienes han abucheado y
afeado el comportamiento agresivo de algunos de sus integrantes más agresivos.
En la marcha del martes, uno
de los cánticos más extendidos era el que reclamaba el derecho a expresar su
protesta en público: "Son nuestras calles, no nos vamos a ningún
lado", así como la promesa de volver hoy miércoles.
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