Entre cantos y alabanzas, la Policía Nacional celebró este domingo su acostumbrada misa, en la que encomendó a Dios las vidas de los agentes que conforman la institución del orden.
La ceremonia fue presidida por el inspector general, general Cruz Cruz, acompañado de su señora esposa, Loine Seijo de Cruz.
También asistieron el general José Isaías Santana Morillo; el director de la Policía Comunitaria, coronel Pascual Cruz Méndez, y el coronel Juan Antonio Bello Balaguer, director de Planificación y Desarrollo, entre otros altos oficiales. Además, todos los inspectores de la Policía Nacional a nivel regional estuvieron presentes, reafirmando su compromiso con la unidad y el bienestar de los miembros de la institución.
Durante la misa, el sacerdote Catalino Tejada Ramírez, párroco de la iglesia San Judas Tadeo, presentó ante Dios a los niños Leidy María y Breiner, hijos de la sargento mayor María del Carmen García, así como al niño Moisés Gervasio, hijo de la también sargento mayor María Ortiz, pidiendo bendiciones para ellos y sus familias.
El padre Tejada, en sus palabras centrales, resaltó la importancia de la fe y la protección divina para los agentes en su misión diaria
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