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jueves, 24 de septiembre de 2020

DÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES, ANTIGUA ADVOCACIÓN DE GRAN VIGENCIA; TAMBIÉN DÍA DE LA VIRGEN DE LOS PRESOS




                                                             Nuestra Señora de las Mercedes

Hoy celebramos a Nuestra Señora de la Merced, la Virgen de la Misericordia, La virgen de los presos

La feligresía católica expresa su fervor en el santuario de Santo Cerro, la iglesia de las Mercedes y otros templos dominicanos

Altar de la virgen de las Mercedes en la iglesia de Santo Cerro.

Este 24 de septiembre se conmemora el Día de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de la República Dominicana, antigua advocación mariana a que la feligresía católica le rinde culto.

Como centros principales del peregrinaje de los devotos de las Mercedes en el país resaltan el santuario del Santo Cerro y la antigua Iglesia que lleva el nombre de la virgen, localizada en la esquina de las calles Las Mercedes y José Reyes, en la Ciudad Colonial de Santo Domingo.

La construcción del vetusto templo, diseñado por el destacado maestro constructor Rodrigo de Liendo, se terminó alrededor del año 1555, pero la edificación fue dañada décadas después, durante la invasión del corsario inglés Francis Drake en el 1586.

El milagro de Santo Cerro, ¿leyenda o realidad?

Es sabido que 1495, en su segundo viaje a América, el almirante Cristóbal Colón llegó al sitio conocido como Santo Cerro, acompañado de 220 soldados españoles bien proveídos y un número indeterminado de indios taínos aliados.

El propósito de la expedición era enfrentar los ataques de los indios, rebelados contra la medida que los obligaba a entregar tributos en oro al descubridor y gobernador de la isla. Entonces, Colón quería fundar un reducto seguro en la región, donde se había descubierto oro.

Para establecer su puesto militar contra los rebeldes taínos, liderados por Guarionex, los españoles eligieron el altozano del cerro porque era relativamente fácil de defender y porque le daba una magnífica panorámica del valle de La Vega Real.

Comienza la peregrinación por Día de Las Mercedes

Se ha relatado que la madrugada del 14 de marzo de 1495 colmaban el valle alrededor de 30,000 aguerridos taínos, encabezados por los caciques Guarionex y Maniocatex. No obstante, los españoles estaban dispuestos a batirse, contando con sus armas y destrezas militares, pero las huestes indígenas no los dejaban avanzan. Las confrontaciones se extendieron por unos diez días y como las tropas españolas se encontraban extenuadas, Colón les ordenó que se refugiaran en un palenque en la cumbre del cerro.

El fraile Juan Infante, de la Orden de los Mercedarios, confesor de Colón y testigo del hecho, relató que cerca de las 9:00 de la noche vio que una luz arropaba la cruz, mientras una dama vestida de blanco, con un niño en sus brazos, brotaba en el lado derecho del símbolo.

A la mañana siguiente, las tropas ibéricas se encontraron ante un hecho asombroso: los aguerridos taínos se habían retirado. En agradecimiento por el suceso, Colón ordenó a sus hombres que se postraran y oraran a la virgen para agradecerle el prodigioso triunfo.

Sobre el episodio, Infante declaró que la virgen de las Mercedes había salvado a los españoles.

Luego de que ocurriera el episodio del Santo Cerro, se iniciaron las peregrinaciones al lugar de la cruz milagrosa y poco a poco se fue afianzando la devoción mariana vigente en gran parte de la población dominicana.

Imagen de San Pedro Nolasco. ( Foto: fuente externa)

Los remotos orígenes de la advocación

La Virgen de la Merced o de las Mercedes está relacionada a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios, el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España, y llegó a la isla la Española con el arribo de los colonizadores y conquistadores en 1492.

San Pedro Nolasco, fundador de la orden religiosa dedicada a la Merced (obras de misericordia) se dio la misión de socorrer a los cristianos cautivos por los musulmanes y en esa tarea fue apoyado por el rey Jaime I de Aragón.


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LA VIRGEN DE LOS PRESOS 

Cada 24 de septiembre se celebra a la Virgen de la Merced. El nombre de esta advocación mariana alude a la misericordia de Dios con sus hijos, que nos ha dejado en la persona de la Virgen María una auténtica madre, un canal de gracia y una cabal intercesora. “Merced” significa “misericordia”, “dádiva”, “gracia”, y también “perdón”. Los orígenes de esta advocación se remontan al siglo XIII, cuando la Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco para animarlo en la tarea de liberar a los cristianos cautivos de los musulmanes.

 

Era muy común, por aquel tiempo, que los “moros” saqueen los pueblos costeros del Mediterráneo para llevarse prisioneros en calidad de “esclavos”. Generalmente, los cautivos eran cristianos a los que se les trasladaba a África. Estos eran siempre sometidos a trabajos forzosos, prisión, maltratos y abandono. Sometidos a esta horrenda condición, muchos perdían la fe creyendo que Dios los había abandonado.

 

Pedro Nolasco, un comerciante nacido en Aquitania, hoy Francia, y establecido en Barcelona, España, al ver esta situación, empezó a usar su propio patrimonio para liberar a los cristianos cautivos. Nolasco “compraba” esclavos o los intercambiaba por mercancías. Cuando se quedó sin recursos, formó grupos de ayuda y asistencia para pedir limosna, y así financiar expediciones para negociar la “redención” de prisioneros. Lamentablemente, los recursos conseguidos también se hicieron insuficientes.

 

De esta manera, Nolasco se descubre impotente para lograr su cometido y pide a Dios intensamente que le provea la ayuda necesaria. En respuesta a sus ruegos, la Virgen se le aparece y le pide que funde una congregación para redimir cautivos. Nolasco le preguntó: “¡Oh Virgen María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?”. Y María respondió diciendo: “No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo, Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel, es decir, entre los cristianos, y serán signo de contradicción para muchos”.

 

Entonces, San Pedro Nolasco, animado por la Virgen de la Merced, organiza junto con sus amigos el grupo inicial de lo que sería la “Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos”, más conocidos como Mercedarios. La fundación de la Orden data del 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España. Luego, el Papa Gregorio IX dispuso nombrar a San Pedro Nolasco como Superior General.

 

Los Mercedarios, aparte de los votos de pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto, en el que se comprometían a dedicar su vida a liberar esclavos, y, si fuese necesario, quedarse en lugar de algún cautivo en peligro de perder la fe, o por el que no hubiera dinero suficiente para lograr su liberación. Muchos de ellos entregaron la vida, acogiéndose a la “Merced” de Nuestra Madre.

 

Años más tarde, en 1265, la advocación a la “Virgen de la Merced” fue aprobada por la Santa Sede. Luego, en 1696, el Papa Inocencio XII fijó el día 24 de septiembre como la fecha en la que se debe celebrar su fiesta. La Orden de los Mercedarios se ha encargado de difundir la devoción a Nuestra Madre bajo dicha advocación, extendiéndose por todo el mundo a lo largo de los siglos. Es sabido que, cuando los frailes mercedarios llegaron a América, introdujeron esta hermosa devoción. Por eso hoy, la Virgen de la Merced (o, de las Mercedes) es celebrada por los devotos de República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros países del continente.

 

DEL COORDINADOR DE PASTORAL PENITENCIARIA

 

El coordinador de la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica, el religioso Fray Arístides Jiménez Richardson quien ya tiene más de 22 años presidiendo la  ordenación como sacerdote.

Fray Arístides

A parte de la labor penitenciaria, Jiménez Richardson es exorcista en la Arquidiócesis de Santo Domingo, párroco de dos iglesias, arcipreste de la Zona Pastoral Oriental Sur y miembro de la Comisión del Clero de la Vicaría del Clero de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

 

Es fundador de la Fraternidad Mercedaria del Santísimo Sacramento, de los centros de atención post penitenciario, Casas del Rendentor, y de una serie de iniciativas relacionadas. Es, además, Capellán General de Prisiones, entre otras

Esta orden de curas y laicos  realiza visita y asistencia a los reclusos de las distintas cárceles del país.

 

 


Virgen de la Merced



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