Los salones
de la capilla fúnebre han sido abarrotados de familiares, amigos castrenses,
altos funcionarios del gobierno, líderes de la oposición, compañeros de trabajo,
incluyendo todos los jefes de las
entidades castrenses quienes desde
tempranas horas de la tarde de este viernes se presentaron a su velatorio.
El Ministro de Defensa Sigfrido Pared Pérez ARD, los Comandantes del ERD, ARD y ARD, mayor general Rubén Darío Paulino Sem, ERD, el mayor general paracaidista Ramón Manuel Hernández Hernández, FARD. y el Vicealmirante Edwin Rafael Dominici Rosario, ARD, respectivamente, y los subjefes de esas entidades permanecieron largas horas en la funeraria.
Pared Pérez, quien se mantuvo de pies por más de tres horas colocado a un extremo del interior de las capillas A y B donde está expuesto el cadáver, al ser cuestionado por periodistas dijo que el oficial fallecido era un extraordinario ser humano, quien se ganó el respeto de toda la institución de las Fuerzas Armadas, así como también de las personas que lo conocieron.
Señaló que era un hombre de mucha responsabilidad, un gran gerente, trabajador incansable, de una familia extraordinaria, de mucho empeño, con un gran sentido de humor, lo que le permitía que todo el mundo lo quisiera, logrando que las personas se identificaran con él.
Explicó que la gran cantidad de personas en la funeraria es una muestra de cariño, lo que identifica mucho su forma de proceder durante la vida que tuvo., ingresaron junto a la Marina de Guerra.
Expuso que con Bergés, conocido como Julito, las Fuerzas Armadas pierden un soporte muy importante en lo que es el desempeño actual de la institución, que tenía mucha responsabilidad, siempre estaba pendiente con el día a día, aunque no tuviera que ver con él, siempre aportaba buscando la forma de cómo resolver los problemas.
Por allí han desfilado una cantidad significativa de altos oficiales, incluyendo de la reserva, algunos de estos con más de 20 años que no se veían y todos coincidían en la frase “era un buen hombre”, la escalera que lleva a la segunda planta donde están alojadas las capillas, siempre se observaba con dos largas filas de personas, unas que subían, otras bajan y sus pasillos siempre hasta su cierre estuvieron llenos la noche de este viernes.
El oficial falleció en horas de la madrugada luego de que había sido sometido el día anterior a una cirugía que corregiría una “hernia”, que luego de que se realizaran “algunas incisiones para estética” surgieron las complicaciones que lo llevó a un shock hipovolemico horas después.
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